17 de diciembre de 2015
Corría el año 2011, con el 53,9% de los votos la Ex Presidenta Cristina Fernández obtenía un nuevo mandato por 4 años mas, pero en ese 2011, los problemas crecientes ya se evidenciaban en los mercados de capitales, la inversión y la especulación financiera creciente, y el Modelo Nacional y Popular pago sus torpezas económicas con mas de U$S 20.000 millones de dólares en fuga de capitales.
Como respuesta a este problema derivado de la abstracta política económica el 31 de octubre de ese mismo año a una economía con fiebre, y sin suministro de antibiótico, le dieron un antitérmico, y se creo el cepo cambiario, que lejos de bajar la fiebre la agudizo, deteriorando progresivamente del resto de los órganos del cuerpo, destruyendo todo el motor multisectorial productivo de la Argentina.
Tuvieron que pasar poco mas de 4 años, y un 16 de diciembre de 2015 el nuevo gobierno anuncia el fin del Cepo cambiario, apelando a su promesa de campaña y a solo 6 días de haber asumido, junto con los anuncios, de la emergencia eléctrica, la eliminación de subsidios a la luz, el gas, la eliminación de las retenciones a los productos agropecuarios (menos la soja 5%), las industrias y las economía regionales, quedo revelado el dilema de Shock o Gradualismo en favor del primero.
Del Cepo al Corralón
El levantamiento del cepo, era uno de los grandes escollos, un collar de plomo que hundía la actividad económica y limitaba cualquier posible futuro; Como levantarlo era la discusión que ha sido develada, el método elegido fue una política de shock, la consecuencia, una devaluación de mas del 50%, la instauración con un corralón a las deudas anteriores del BCRA por importaciones, remesas, regalías y demás yerbas, y desde el 17de diciembre no existe mas cepo con los beneficios y riesgos que esto implica.
No se debe restar mérito a la palabra empeñada en la campaña, y resaltar el coraje de sustentar el existo de una medida económica a las expectativas positivas que se puedan generar, aquellos que algunas ves practicaron paracaidismo, suelen decir “hacemos, planificamos y controlamos para evitar problemas, pero en definitiva es una prueba de arrojo”, el Cepo, la Inflación, el Gasto Público, el Déficit Fiscal y el Valor del Dólar son desequilibrios que exigen ser atendidos en simultaneidad, hacerlo en forma separada y empezar por el cepo es sin duda un acto de Arrojo.
Está Claro que con Cepo no ingresan inversiones, sin aumento de la inversión extranjera no se recuperan dólares para las reservas y no se resuelven los problemas de inflación por restricción de oferta, sin embargo, levantar el cepo sin reducir y captar una importante cantidad de pesos que dan vuelta por en el mercado, sin un plan para contener la emisión monetaria derivada del déficit fiscal, apostando solo a la suba de la tasa de interés como llamador de pesos, representa un enorme riesgo que se dispare su valor, termine impactando descontroladamente en los precios, y el consumo de los asalariados.
Pagar un precio devaluatoria de mas del 50% sin plan integral económico para que los cerealeros liquiden sus reservas, y que ellas ingresen al banco central, sin haber acordado el resto de los aumentos de la economía (tarifas, salarios, gasto público, etc..), para generar condiciones de certidumbre, integralidad y previsibilidad es sin duda una muestra de audacia con resultado imprevisible, ya que no siempre Muerto el Perro se acaba la Rabia.
De todas maneras siempre quedan alternativas, si la situación se pone difícil, en todo caso después de marzo, concluidas las paritarias, y estipuladas todas las pautas y metas fiscales, se deberán autorizar los aumentos acordados de todos los precios de la economía y congelarla por un año, con excepción del tipo de cambio para ir recuperando competitividad, un poco de frio en el calor del Verano.